Cabo Sunion: Templo de Poseidón
Introducción
En ocasiones me preguntan cuáles son mis preferencias si Grecia o Roma, para alguien como yo que adora todo lo clásico he de decir que es una de las cuestiones más complejas que se me plantean pues de alguna forma ambas constituyen mi pasión al 50% aunque de forma muy muy diferente.
Para mí Grecia es un ideario, una forma de pensar, un nuevo concepto de la posición del hombre en el mundo, es para simplificarlo, el resurgir del pensamiento social. Existe un componente entre místico y romántico que lo envuelve todo, sus epopeyas, sus templos, sus batallas impregnadas por el olor a sal y a aceitunas y bañado por un cielo espectacularmente azul y brillante. No sé muy bien como describirlo, es complejo porque hay que sentirlo.
Atenas por tanto, aunque eje, no fue por ello una excepcionalidad. Aun así es seña de identidad de toda una era histórica que cambió definitivamente algunos conceptos arcaicos convirtiéndose en la punta de flecha de una dirección sin vuelta atrás. A pesar de que Atenas es la Acrópolis a ojo de muchas personas, la capital griega es mucho más, y ahí en la tierra donde se mezcla el mito, la realidad y el mar, erigieron uno de los templos más icónicos: El Templo de Poseidón en Cabo Sunion.
El Mito
El cabo de Sunion está situado en el punto más al Sureste de Atenas a una hora y media del centro de la ciudad, justo allí donde acaba la tierra y empieza el azul del Egeo, claramente escogido con toda la intencionalidad por su abruptez y belleza convirtiéndose en una terraza natural,.
Es sobrecogedoramente perfecto, mágico y único. Es la ubicación idónea para la morada del dios del mar y la representación en piedra de la relación entre el hombre y sus dioses, pero no sólo se trata del lugar donde colocar los cimientos de su culto sino que su lectura es más amplia, pues es ahí, en ese punto donde el padre de Teseo se lanza al mar consumido por la pena, su nombre, Egeo.
Cuenta la historia, que Teseo habia acordado con su padre izar las velas blancas si su periplo en el laberinto para acabar con el minotauro acababa en éxito, contrariamente su tripulación izaría las negras si perecía en su hazaña. Teseo aunque victorioso se sentía compungido por haber tenido que dejar a Ariadna en Naxos, por lo que olvidó la promesa hecha a su padre manteniendo a la vista las que presagiaban la derrota. Su progenitor yacía a lo lejos desde lo más alto del acantilado y éste al ver en la lejanía el color oscuro de las velas de la nave de su hijo presagió lo peor. Desolado por la fatal noticia se precipitó al mar motivo por el cual las aguas portan su nombre.
El cabo como vemos en el mito, era relevante también por su ubicación estratégica, pues era uno de los puntos visibles a la llegada desde el Egeo hacia Atenas, ese hecho fue motivo suficiente para que los Atenienses colocaran en una situación preferente el Templo de Poseidón siendo fortificado el cabo durante las guerras del Peloponeso.
Los restos
El Templo está situado a una altura de 60 metros encaramado en una planicie donde la visibilidad es espectacular, son notorias las visitas para ver las puestas de sol.
El templo fue construido en el s.V a.C, su arquitecto nos es desconocido aunque por el diseño y época de edificación se le ha atribuido a alguien relacionado con la escuela de Iktinos, artífices del templo de Hefestos.
Sobre una base rectangular con escalinata de más 30 m x 13m y mucho más antigua seguramente destinada a otro templo destruido por los conflictos persas, se izaron seis columnas frontales de estilo dórico, hexástilo y períptero, es decir, sus hileras de columnas bordeaban la cella central.
Los tambores de mármol decrecen en diámetro haciendo que visualmente parezcan de una altura mayor y creando un efecto ascendente en cuanto es contemplado desde abajo.
Las estrías de los fustes son ligeramente menores en número posiblemente debido a la medida más pequeña del diámetro de las columnas o bien para reducir la erosión del viento sobre ellas.
Existía una pronaos y una opistodomos columnada que daba acceso a las puertas de la cella dedicada al Dios. A pesar de la erosión y la destrucción del templo en siglos posteriores, se cree que estaba decorado con frisos y esculturas y policromado, utilizando los característicos azules, ocres y rojos.
Con posterioridad, se construyó una muralla para garantizar el suministro de grano a Atenas, que fue adosada al templo, motivo por el cual se conservan algunos fragmentos.
Conclusión
No hay nada que aportar, las imágenes hablan por sí mismas... el paisaje natural es el mayor y el más perfecto de los lienzos y el arquitecto el mayor diseñador de los hombres.
Mireia Gallego
Julio 2016