Culto a Mitra
Introducción
Es más que evidente que la globalización ha permitido en este siglo tener un concepto general de las dierentes culturas y estilos de vida de partes remotas del planeta, todos de alguna forma estamos interconectados y disponemos de gran cantidad de información que a veces puede resultar complicado procesar. Movimientos que parten de la red permiten cambiar incluso modelos políticos, en cualquier caso la influencia americana ha sido una de las más asentadas en nuestro estilo de vida, llegando a incluir determinadas festividades en nuestro calendario.
Esto que a priori es un hecho, en la antigüedad también fue ocurriendo paulatinamente, así la influencia oriental fue entrando lentamente en las culturas de Este a Oeste, siendo las persas y egipcias las que más calaron en el panteón grecorromano.
Durante la conquista mecedonia del mundo oriental, Alejandro Magno fue asimilando como propias ciertas conductas extranjeras, pareciéndose más a un faraón o a los regentes persas que un macedonio, por tanto los cultos a divinidades como Isis fueron insertándose en la sociedad griega para posteriormente ser adoptada por los romanos, debido a su ocupación de los territorios del Este y del Norte de África se fueron añadiendo nuevos Dioses a los que rendían culto. Veamos por qué caló tanto...
Mitra el mito
Mitra es un dios principalmente persa, la apariencia con la que se le representa en las imágenes escultóricas dan pistas de ello por el gorro frigio que porta identificado principalmente con las culturas orientales de Turquía, Armenia o Iran. El mito permite entender por qué fue ampliamente seguido ya que sintetizaba la masculinidad, la fortaleza, el misticismo y el culto a la naturaleza.
Parece ser que Mitra nació en un paraje pétreo, cerca de un manantial y junto a un árbol frutal, su apariencia ya era la que aparece en las imágenes ya que fue dotado de un cuchillo, su gorro frigio y una antorcha. Mitra bebió del manantial sagrado y con los elementos que tenía a su disposición se confeccionó sus característicos ropajes, viviendo en armonía con su entorno. Con el tiempo y cuando recorría las montañas dio lugar su encuentro con el toro, Mitra agarró fuertemente sus cuernos mientras el animal desbocado corría entre las montañas, exhausto, Mitra los portó sobre sus hombros y lo llevó a su cueva, mientras los dioses le emplazaban a ofrecerlo en sacrificio.
Tras éste, todos los elementos del animal fueron ofreciendo vida a los hombres pues su sangre se transformó en vino, sus huesos en cereales y su semen dio orígen a los animales domésticos que abastecían de alimento y de compañía a los hombres, el mito recoge varios animales sagrados, el cuervo, el escorpión que se localiza en los testículos, el perro que se alimenta del toro y la serpiente.
La simpleza del mito, constata la importancia del dios como artífice del orígen de los cultivos y alimentos básicos del hombre, pero no era su única atribución. Mitra además encarnó el símbolismo cosmogónico de las constelaciones de tauro, leo, escorpio y acuario, es por ello que su capa o los mitreos (lugares donde se realizaba su culto) estaban decorados con estrellas sobre un fondo azul, que le dotaba de ese carácter de intercesor en los ciclos estacionarios, siendo la de tauro la que correspondía a la primavera y por tanto al renacer de las cosechas y el sol (en ocasiones se le representaba con los rayos solares).
Así Mitra se constata como orígen del mundo (en ocasión se le relaciona con el huevo cósmico del que parte todo lo demás) y con los signos zodiacales.
Los mitreos, lugares de culto
Los mitreos eran los lugares de culto a Mitra y todos disponían de unas características especiales. Se han hallado mitreos en decenas de ciudades, y provincias romanas e incluso en domus particulares, lo que da una pista del alcance a su culto.
En Roma, bajo la basílica de San Clemente, muy cercano al Coliseo y al ludus Máximus se halla un espectacular mitreo que puede visitarse, es más debe visitarse, para entender la estructura cavernaria del recinto.
Los mitreos representaban el lugar de nacimiento y morada del dios, por ello los mitreos eran lugares oscuros, sin ventanas, excavados en la roca simulando una cueva. Cuando no había opción de picar roca, se construía un recinto parecido para emularlo. Normalmente disponía de unos pasadizos subterraneos que conducían a un vestíbulo que a su vez conectaba con una sala principal llamada Spelaeum. Esta sala o cueva era normalmente rectangular con techos abovedados, en los laterales se disponían asientos contiguos o bancos donde los iniciados o devotos realizaban sus ritos.
En el fondo de la cueva, un altar con la imagen del dios, bien pintada o esculpida servía de icono de consagración. En la gran mayoría de los mitreos se halla la imagen del Dios con el toro, justo en el momento del sacrificio, por lo que es fácilmente reconocible.
Es común también que exista una fuente junto o cerca de los mitreos, el hecho que el dios bebiera del manantial sagrado emplazaba a los fieles a realizar el mismo acto de purificación.
Las pinturas o decoraciones internas seguían un patrón muy parecido, las cúpulas en ocasiones se decoraban con el firmamento estrellado y era normal encontrar frisos con representaciones de trigo, copas, leones, serpientes o escorpiones ya que eran símbolos inequívocos de Mitra.
Iniciación y misticismo
El culto a Mitra era exclusivamente masculino, era un dios muy apreciado por los soldados por su carácter férreo y por su determinación, por lo que las mujeres no podían iniciarse en sus misterios. Habían 7 fases de menor a mayor rango representadas principalmente por la figura o máscara de un animal. El número siete simbolizaba el cosmos y su ordenamiento.
No había una edad mínima de iniciación, se tiene constancia de que desde bebés muchos varones se iniciaban prematuramente en su culto, dándoles o huntándoles con miel. Pero era más tarde cuando el iniciado comenzaba con las diferentes fases: Cuervo, Crifio, Soldado, León, Persa, Emisario solar y por último Padre. Cada uno de ellos se encargaba de un momento ceremonial, debido a que se celebraba un sacrificio y un banquete ceremonial, los cuervos por ejemplo eran los encargados de repartir el alimento, mientras que el más alto rango el padre era el encargado de ofrecer los sacrificios, podía existir más de una persona con el mismo rango, pero únicamente un padre oficiaba la ceremonia, portando con él símbolos tan importantes como un gorro, una vara de mando y un anillo, os suena?
La comida era simple pero representaba las bondades ofrecidas por el toro, es decir pan y vino, os suena también?
Estos ritos, sacrificios, ofrendas, incluso lecturas en varios idiomas, estaban reservadas únicamente para los iniciados en su culto y no podían ser difundidas abiertamente pues todo el procedimiento estaa oculto y vetado. Los misterios del culto a Mitra los conocemos vagamente por referencias principalmente cristianas cuando las prohibiciones estaban a la órden del día, condenándose principalmente el bautismo de sangre o bautismo de agua que interfería en las celebraciones religiosas cristianas.
Mitraísmo y cristianismo
Hay que entender que con la consagración y aceptación del cristianismo como religión oficial del imperio, los más altos representantes religiosos debieron aplacar con mano de hierro los cultos y festividades paganas. Algunas festividades fueron transformadas literalmente, otras prohibidas bajo penas de muerte. El de Mitra fue posiblemente uno de los difíciles de erradicar, entre otras cosas porque su carácter mistérico y sectario permitía a los ciudadanos seguir celebrándolos en el más absoluto silencio. Por ello, los mitreos fueron destruídos o reconvertidos en basílicas o iglesias para no permitir su acceso. Lo curioso es que gran parte de las celebraciones cristianas y con mayor medida de los elementos utilizados provenían principalmente del culto a Mitra.
Las pilas de agua bendita servían al fiel cristiano como elemento de depuración al entrar y salir del oficio, el nacimiento de Mitra se retrotrae al 25 de Diciembre coincidiendo con el solsticio, durante las celebraciones cristianas se reparten entre los creyentes pan y vino como símbolo de cuerpo y sangre del Mesías. Las basílicas e iglesias disponen de un altar con la imagen o iconos sagrados de santos, mártires, apóstoles o de Cristo. El bautismo con agua es exactamente igual al que se celebraba en los ritos mitraicos.
El Padre es el único capaz de oficiar la ceremonia y los sacramentos, siendo la indumentaria obispal, el gorro, la capa, la vara y el anillo. En la iglesia ortodoxa se sigue colocando el huevo cósmico (de avestruz) en un lugar prominente y sagrado, simbolizando el orígen de todo.
Hay cientos de aspectos que ponen de manifiesto las similitudes sin que ello signifique una deshonra, pero es importante ponerlos en conocimiento para dimensionar la relevancia del culto a Mitra.
Mireia Gallego
Mayo 2016
Para información adicional disponéis del artículo del Historiador y escritor Sergio Alejo
www.sergioalejogomez.com/culto-mitraico-la-antigua-roma/