El velo de Ilión

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Introducción

Tal y como he comentado en el apartado del Cetro de Príamo, al menos hubieron tres reliquias sagradas de Roma con una relación directa con Troya o con alguno de sus personajes y el velo de Ilión es una de esas tres.
Como todo lo que tiene que ver con Troya, es difícil discernir qué es verdad, qué es un mito o cuál es la realidad mezclada y disfrazada de epopeya. Como todo lo que tiene que ver con lo más ancestral de los pueblos y tribus de cualquier rincón del planeta, es más que posible que tras todas esas grandes gestas heroicas exista una realidad maquillada, menos grandilocuente pero con atisbos de cierta fidelidad histórica.
 
 

La hermana mayor

Ilíona o Ilíone fue una de los muchos descendientes del Rey Príamo de Troya y la reina Hécuba. Ser la hermana mayor de toda una dinastía de príncipes tiene sus inconvenientes y uno de ellos es ser moneda de cambio político en un momento en que las alianzas eran más valiosas que la propia vida. Ilíone fue dada en matrimonio a Poliméstor, rey de los tracios, pero además debió cuidar a su hermano Polidoro que se llevó consigo en un intento de evitar que cayera en el asedio a Troya y que crió como si fuera su propio hijo, de hecho el pequeño desconocía que ella en realidad era su hermana.

Creative Commons-Leyenda de Polidoro
 
Cuando los helenos conquistaron la ciudad tras diez años de enfrentamientos, ordenaron acabar con la vida de todos y cada uno de los descendientes de la casa de Troya. Poliméstor, que había recibido la misiva con la promesa de darle como nueva esposa a la hija de Agamenón, no lo dudó un instante e intentó matar a Polidoro, errando y asesinando a su propio hijo Deípilo. Como las grandes tragedias helenas el final de esta historia es una especie de catarsis personal en la que Polidoro conoce la verdad de sus orígenes tras consultar el oráculo y da muerte al tirano. Os preguntaréis qué tiene que ver la historia de Ilíone y Polidoro con el velo y no os falta razón. 
El famoso velo dorado tiene una historia mítica que pasa por tres personajes principales la Diosa Leda, la princesa Helena e Ilíone.
 
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El mito refleja como Zeus toma a Leda, reina de Esparta convertido en cisne. Al yacer con el dios y con su propio esposo el mismo día, Leda da a luz a cuatro hijos, dos de cada padre, que nacen desde un huevo. Una de las descendientes de la parte de Zeus será Helena, la mortal más hermosa de todas cuantas habitan la tierra y por tanto la "precursora" del conflicto bélico de Troya. Parece ser que Leda cedió el velo de acanto a su hija Helena, ésta lo portaría hasta tierras troyanas acabando finalmente en manos de Ilíone, hermana de Paris y Héctor. 
 
No debemos olvidar que Eneas antes de emprender su viaje hasta tierras itálicas, recibe la fantasmagórica aparición de Polidoro, del que hemos hablado antes y que es éste quien le insta a llegar hasta los territorios latinos. 
Para los romanos, el velo de Ilión o Ilíone llegó con los habitantes de Troya y por tanto sería portado posiblemente por Eneas o por alguien de la familia real. Dónde estaba ubicado o qué ocurrió con él es un enigma al igual que las otras reliquias pero de nuevo se constata la estrecha relación e interés en asociar la sangre romana con esos primeros habitantes venidos del Este.
 
 

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