El Circo y la lucha de Gladiadores
Pan y circo !!! estas eran las necesidades del pueblo romano...
A pesar de que el origen arcaico de estos espectáculos era de tipo religioso lo cierto es que posteriormente derivó a lo que conocemos en la actualidad.
Todos los estudiosos de la época coinciden en que si había una herramienta de control de la plebe era sin duda alguna dos elementos de ocio: la primera, la celebración de banquetes para el pueblo, la otra los espectáculos gratuitos, bien en la arena del anfiteatro con la lucha de gladiadores o las carreras de cuadrigas en el circo, como la representación de obras en el teatro.
Todo ello conformaba el ocio romano, una necesidad que evadía a la plebe de los verdaderos problemas sociales y que servía al emperador como arma propagandística y de control de las insurrecciones populares. Un romano, fuera el más pobre como el más rico disponía de un lugar en las gradas del circo y por un momento esas diferencias económicas o sociales quedaban relegadas a un segundo lugar, porque frente a un espectáculo de esa magnitud todos formaban un único bloque.
No había romano ilustre que no hubiera celebrado un espectáculo a coste propio de mayor envergadura que el anterior, porque de eso se trataba... los juegos significaban poder y la estimación temporal de la plebe, muy útil cuando ésta decidía en el senado, y muy importante cuando de ello dependía el status social. No importaba el coste, porque ese era un control absoluto de la masa.
ANFITEATRO: Lucha de Gladiadores
Durante la época republicana, los dos senadores escogidos para ejercer el cargo durante ese año procuraban a la plebe los más grandes espectáculos que sus arcas personales les podían ofrecer. En el año de Bíbulo y César, este último ofreció uno de los mejores espectáculos solicitando un crédito a su amigo Craso, con ello Julio César se procuró el amiguismo y el apoyo del pueblo romano y el rechazo a su homólogo Bíbulo que vio como su popularidad caía estrepitosamente, siendo declarado ese año como el "año del gobierno de César".
Julio no se conformó con ofrecer espectáculos de gladiadores sino que incluyó batallas navales que se celebraban en el circo, con un proceso de ingeniería que permitía inundar la arena.
Así era un romano... podía dar el poder a quien más le ofreciera.
Eso se perpetuó durante los siglos posteriores así pues encontramos un nutrido grupo de emperadores que ejercieron su imperium no en el senado sino en el anfiteatro, uno de los casos más claros fue sin duda Cómodo, hijo de Marco Aurelio, que ante su incompetencia como emperador dio a Roma lo que quería, cientos de días de fiestas que incluían espectáculos diarios de luchas de gladiadores y de matanzas de fieras (tigres, osos, leones, etc...), es bien conocido que él mismo era un amante de ese género e incluso se dice que el emperador luchaba como gladiador en algunos de sus espectáculos, pero todo ello sacado de las arcas imperiales con lo que un emperador derrochador significaba que el heredero debía recuperar lo perdido para nivelar las arcas. No todos fueron amantes de estos espectáculos pero todos sabían de su importancia, por ello hasta el más austero de los emperadores ofreció juegos a la plebe.
Los primeros anfiteatros eran estructuras móviles de madera formadas por dos semicírculos es decir, dos teatros de madera unidos por el centro, que separados servían para ofrecer obras de teatro pero que juntos formaban una arena para gladiadores. Pero la importancia de instaurar un edificio para estos menesteres llevó a Augusto a inagurar el primero construido en piedra, lamentablemente y debido a los incendios que asolaban Roma se perdió.
Vespasiano sabía de la necesidad de ofrecer a la ciudad más importante del imperio un lugar de ocio digno de su estatus, por ello mandó construir el mayor anfiteatro conocido y el mas popular en la actualidad como símbolo de Roma: El coliseo.
Este prodigio de ingeniería romana se inaguró bajo el mandato de su hijo Tito y fue una de las más colosales construcciones de la época, para su inaguración se dedicaron 100 días de juego y espectáculos de fieras (llamadas venationes).
El anfiteatro Flavio, llamado Coliseo por una estatua colosal de Nerón que estaba cerca, fue construido entre los años 72-80 d.c., su aforo era de 55.000 espectadores distribuidos en 4 niveles de gradas y estaba construido de mármol, piedra, hormigón, cal, ceniza volcánica, barro y arena.
Sus dimensiones 188m de largo x 156m de ancho x 60 m de alto. La arena medía 86m en su eje longitudinal y 54 en el transversal.
El coliseo estaba realizado de tal manera que la salida y la entrada fuera rápida, para ello se habilitaron 80 arcadas de acceso a las gradas.
Para resguardarse del sol se hizo construir un toldo que protegía la totalidad de las gradas decorados con diferentes motivos.
Las arcadas exteriores incluían estatuas de dioses y héroes.
Bajo la arena del anfiteatro había un laberinto de entradas y salidas, poleas y montacargas accionados que permitían elevar a los animales y a los propios gladiadores para mayor espectacularidad y delirio de los presentes.
Los emperadores y personajes relevantes estaban situados frente a la arena protegidos por un muro, en las gradas a izquierda y derecha del palco imperial se situaban senadores y personas ilustres. Las gradas intermedias estaban preparadas para asistentes masculinos y las últimas para mujeres y esclavos.
Las escuelas de gladiadores se impusieron por todo el imperio, de norte a sur y de este a oeste, tanto fue así que se construyeron anfiteatros en todas las ciudades conquistadas e incluyéndose en el estilo de vida de sus habitantes. Los gladiadores aunque profesionales provenían de las clases menos favorecidas podían ser esclavos, mercenarios de guerra, e incluso ciudadanos que sin recursos optaban por esta vía para intentar ganar algo de dinero, hay que tener en cuenta que a pesar de que fueran de un estatus bajo el gladiador que por sus dotes de lucha fuera reconocido se convertía en un personaje aclamado por la masa, y por ello recibía compensaciones económicas de gran valor ofrecidas incluso por el mismo emperador, asimismo se convertían en objeto de culto y sus logros quedaban reconocidos en mosaicos y estatuas erigidas en su honor. Pocos fueron los que lograron este fin pues la gran mayoría moría en la arena, pero en numerosos mosaicos localizados en el norte de África encontramos sus nombres y sus logros, permitiéndonos tener una idea de lo que significaron.
Otro de los nombres que más resuenan es el de Espartaco, efectivamente fue un gran gladiador pero no se le reconocen sus méritos por la arena del circo sino por la lucha que entabló con Roma para proclamar la libertad de los esclavos. Logró escapar y reunir a miles de personas que siguieron su causa, de hecho mantuvo en jaque a la república por sus dotes de mando y su capacidad de captación y lucha, no obstante su gesta en pro de la libertad fue aplastada por Craso, convirtiéndolo en un ídolo de la esclavitud y en un referente para los que estaban privados de la ciudadanía.
Términos y cargos en la Escuela de Gladiadores
EDITOR: estos eran los organizadores de los combates. Mediaba con el Lanistae para comprar el evento.
LANISTAE: instructor de los gladiadores, y persona que los compraba en el mercado de esclavos.
MAGISTER: era el encargado de adiestrar a los gladiadores y a arbitrar los espectáculos.
LORARII: eran quienes se encargaban de golpear a aquellos gladiadores que no demostraran valor en la lucha.
LUSORII: asçi se designan los combates que no eran a muerte y que se usaban a modo de calentamiento.
PANOPLIA: elementos de cada gladiador referentes a su equipamiento.
RUDIS: espada de madera, muy pesada, empleada para el entreno.
Gritos en la arena ... los espectadores deciden
Sin ninguna duda el grito que más se conoce es el de:
AVE CAESAR, MORITURI TE SALUTANT: ave, César, los que van a morir te saludan. No existen fuentes que aseguren dicha frase, pero es recurrente que se use como previa al combate.
URI, VINCIRI,VERBERARI,FERROQUE NECARI: Ser quemado, atado, golpeado y muerto a hierro. Este era el juramento de un aspirante a gladiador, al que le seguía el sacramentum gladiatorum.
IUGULA: "degüéllalo" era el grito que hacían los espectadores cuando querían que el gladiador abatido muriera. Para ello el emperador o persona ilustre colocaba el puño cerrado y pulgar horizontal.
MITTE: "Suéltalo" era el contrario, cuando el gladiador abatido había luchado dignamente y con valor, se gritaba este término al tiempo que se colocaba el puño cerrado con el pulgar hacia abajo, sí, hacia abajo.
El error de considerar el pulgar hacia arriba o abajo en equivalencia de vida o muerte viene dado por un cuadro y por los clichés del cine péplum.
En todos los casos la última palabra sobre la vida o la muerte de un gladiador la tenía el emperador o el EDITOR del espectáculo que podía ser un aristócrata, no obstante solían hacer caso a lo que demandara la plebe, ganándose sus simpatías.
Clases de Gladiadores
MIRMILLON:
Este gladiador poseía un gladius (espada corta que da origen al nombre de gladiador) simulando de alguna manera a los legionarios, además del escudo, su cabeza va protegida por un casco en forma de pez, y sus piernas y brazos estaban protegidos por grebas y brazales respectivamente.
EL RETIARIO:
Es el más popular de los luchadores, sus armas eran una red, un tridente o lanza, y un puñal, simulando a los pescadores. Una de las características de este combatiente es que no tiene cubierta la cabeza por ningún casco, únicamente tenía como protección una hombrera de metal.
TRACIO:
El tracio estaba cubierto por un escudo, y por un casco cerrado completamente y decorado con una cresta, su espada era con el filo corvo y sus piernas están protegidas por grebas.
SECUTOR:
Era el oponente del Retiario para ello se hacía servir de un casco de formas redondeadas para que la red resbalara, un escudo y protecciones en uno de los brazos, así como grebas para proteger sus piernas.
HOPLÓMACO:
Simulaba un hoplita griego, llevaba casco cubierto en su totalidad, un escudo pequeño y redondo, un puñal, un brazal en el brazo descubierto y grebas metálicas para las piernas.
CIRCO ROMANO
Actualmente los espectáculos circenses los relacionamos con las carreras de cuadrigas, pero lo cierto es que constaban de diferentes actuaciones, habían exhibiciones de jinetes con acrobacias, o carreras de dos (bigas), tres (trigas), cuatro (cuadrigas) o más caballos, todo ello con una entrada espectacular precedida por el sonido de las trompetas. En el centro de la pista se situaba una mediana oval spina decorada con figuras que eran retiradas una a una según se sucedían las vueltas.
Las carreras empezaban con el lanzamiento del pañuelo blanco, este gesto era hecho por el organizador del evento, ornamentado de una manera ostentosa, bajo él, en la arena, se situaban los jinetes con sus caballos y delante de ellos se situaba una cuerda atada a piezas de mármol para marcar la salida, cada uno de los equipos eran llamados factio, estos estaban diferenciados por un color (blanco-albata, verde-preasina, azul-veneta, roja-russata) esto servía para que el público hiciera sus apuestas a la cuadriga vencedora, al inicio de la carrera el estruendo era increíble ya que cuanta más dificultad mayor era la expectación, los circos eran relativamente estrechos así que cuando la factio giraba se podrían producir choques entre ellos o contra las columnas. Una carrera limpia, era una carrera aburrida, un auriga o jinete arriesgado, se convertía en un ídolo de masas, parecido si cabe a la popularidad de los grandes gladiadores romanos. Se completaban 7 vueltas, después de las cuales, el vencedor recibía la aclamación del público y compensaciones económicas por parte del emperador o en su defecto del organizador.
El circo romano por excelencia se corresponde con el circo máximo de Roma, del que actualmente sólo se conserva la forma pero no las gradas ni los elementos decorativos.
A pesar de la popularidad del anfiteatro el circo no se queda atrás, los ciudadanos disfrutaban de los espectáculos que se celebraban y que por otro lado estaban exentos de agresividad, en él se celebraban carreras de caballos o espectáculos navales.