Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz)
Introducción
Baelo Claudia está situado en Bolonia, en plena costa de Tarifa, Cádiz. En un entorno privilegiado bañado por las aguas frías del estrecho de Gibraltar, Baelo Claudia supone un enclave estratégico comercial, su posición frente a las costas Africanas aseguraba un comercio fluido de mercancías desde el Sur hasta la península y por ende proporcionaba a sus habitantes una fuente de recursos constantes.
Previamente ocupada por los fenicios, fue romanizada durante el periodo que engloba desde el s.II a.C al I a.C, tiempo en el que sufrió una transformación espectacular y en el que se le dotó de todos los elementos de urbanización clásica romana, culminación que llegaría con su designación como municipium durante el imperio de Claudio.
Esta emergencia social y su relevancia económica es fácilmente entendible teniendo en cuenta su posición geográfica y la importancia como puerto de importación y exportación de materias primas y de consumo hacia el imperio, pero aunque Baelo Claudia se presentaba como eje comercial, lo cierto es que un terremoto seguido de continuas incursiones bárbaras del Norte y del Sur hizo que su población menguara de forma paulatina durante el s.III, dando un frenazo a su desarrollo económico.
Aun así, durante esos siglos de bonanza y crecimiento, Baelo Claudia se afianzó como punto neurálgico en Hispania, pudiendo contemplar en sus ruinas la magnitud de su relevancia para el imperio. La ciudad nos muestra varios aspectos destacables a nivel arqueológico, el sistema urbanístico romano y su principal fuente de recursos: el comercio pesquero y de mercancías.
Restos arqueológicos
Rodeada por una muralla delimitadora de planta octogonal, se accedía a la urbe a través de 4 puertas principales que daban acceso a las dos vías principales romanas: Cardo y Decumano. En la confluencia de ambas vías, como viene siendo habitual, se construyó el area del foro. La construcción del Foro era básico para la romanización de la población ya que en él se agrupaban los centros administrativos y judiciales: Basílica, el centro político: La Curia, las tabernae (Tiendas) y los Templos de consagración, en el caso de Baelo Claudia dedicados a la Tríada Capitolina (Juno, Júpiter, Minerva) y un cuarto templo dedicado a Isis. De ese centro social y económico partía el resto, es decir, las insulas, las domus, y las distintas fábricas de salazón muy importantes para Baelo Claudia.
La Basílica es quizás el elemento visualmente más evidente de todo el yacimiento ya que se conserva parcialmente las columnas correspondientes al primer piso. De planta rectangular, la basílica constaba de dos niveles, rodeado por columnas de estilo compuesto, ésta albergaba en su interior las salas de carácter administrativo y judicial, ricamente decoradas con pinturas murales y donde fue localizada una estatua del emperador Trajano.
Tras la basílica se hallaría el recinto abierto del foro de planta igualmente rectangular y porticado en 3 de sus lados. En el oeste se hallarían los restos de la Curia (centro político) así como una sala de archivo, una de votaciones y otro recinto paralelo dedicado posiblemente al culto imperial.
En el este se hallarían una zona de mercado donde se han localizado las diferentes tabernaes o tiendas de comercialización de productos locales y de importación.
Unas escalinatas dan acceso a un nivel superior donde se obtiene una magnífica panorámica del foro y de la playa, es en esta zona donde hallamos 4 templos, el situado a la izquierda de la imagen inferior correspondería al culto de Isis, divinidad egipcia adoptada al culto romano y que en este caso dispondría de una extensión de planta mayor, que los otros 3 templos por separado. Se accedía a través de una escalinata que daba paso a una zona rodeada de columnas (4 frontales) que precedían al acceso a la cella.
En una posición predominante justo sobre la plaza del foro, se hallarían los 3 templos dedicados a la tríada Capitolina (Juno, Júpiter y Minerva). Estos tres templos son iguales entre sí en todos sus elementos. De estilo tetrástilo (4 columnas frontales) se accedía a través de una escalinata dando paso a la zona porticada para posteriormente adentrarse a la cella que custodiaba la estatua de la divinidad.
El Teatro fue construido a mediados del s.I y se sitúa en la zona más occidental de la ciudad. Uno de los aspectos que nos ofrecen mayor información del mundo romano son sus teatros, anfiteatros o circos, ya que estas colosales construcciones pueden proporcionar una visión global sobre la importancia del municipio y de su número de población local, el de Baelo Claudia disponía de un aforo para 2000 personas. Aprovechando el desnivel del terreno, fueron construidas las gradas, siendo las más cercanas a la escena las asignadas a personalidades relevantes. Se conserva de forma parcial el primer sector así como algunos vomitorios y accesos de entrada al graderío. En frontal escénico se ha perdido por lo que sólo son visibles algunos sillares que forman parte de las estructuras de soporte de la escena.
El garum era un codiciado producto de condimentación romana, hecho a base de pescado triturado y en salazón, actualmente existen algunas empresas que comercializan este producto reproduciendo el original pero si tuvieramos la oportunidad de probarlo parecería más una salsa de pescado en descomposición que un manjar, no obstante era muy popular por dos razones: su precio, asequible a todos, y su capacidad de conservación. Como viene siendo normal, las zonas costeras del amplio imperio romano, vieron en su comercialización una fuente de ingresos importante, y Baelo Claudia no fue ajena a este hecho.
Es por esta razón, por la que en la linea costera de la ciudad se hallaron los restos de una fábrica de salazón dedicada al comercio de pescado y garum, son visibles en la imagen los restos correspondientes a su almacenaje.
Independientemente de los restos correspondientes al foro o a la actividad ecomómica de la urbe, Baelo Claudia nos muestra otros aspectos que permite visualizar las diferentes forma de vida de sus habitantes, teniendo en consideración el amplio espectro de posiciones sociales, se han hallado zonas modestas presumiblemente habitadas por trabajadores dedicados a la pesca y a la saladuría pero también han podido localizarse las domus más pudientes que siguiendo el modelo romano, se construían con peristilo interior y se decoraban con hermosas pinturas de temáticas vegetales. Todo esta información sirve para marcar las lineas maestras de su sociedad y su modus vivendi que mucho o todo tienen que ver con su modelo económico.
El abastecimiento de agua potable de una población marítima como Baelo Claudia sin la inestimable ayuda de los acueductos es, cuanto menos, impensable. Los acueductos son uno de los pilares fundamentales de su sistema urbanístico, por lo que la ciudad contaba con 3 diferentes.
Aprovechando el agua potable de los arroyos de la zona, reconducían su cauce hasta una gran cisterna que filtraba y la almacenaba, para su uso posteriormente en fuentes urbanas, casas, o termas públicas.
Baelo Claudia es una de esas joyas que se mantienen en pie después de 20 siglos y que siguen jugando con la imaginación de los que amamos lo clásico, su valor reside en su entorno pero también en su vasta historia y en un legado perpetuo que debe conservarse durante muchos siglos más. Nos regala pistas sobre nuestros antepasados, sobre sus formas de vida que tampoco difieren tanto de las de ahora y nos susurran relatos sobre lo que un día fueron y que nos hacen ser lo que somos.